Sabíamos no decirnos nada, conservando en apariencia una amistad consolidada,
sabíamos no exigirnos mucho..
Yo con la excusa perfecta para charlar de pavadas, un poco de humo en el medio y enloquecieron las miradas,
quiso el destino que esa noche hiciera frió y que el ruido de los coches me hiciera hablarte al oído,
y si el diablo se contenta con que dudes un instante ,
vos y yo, nuestras miserias y esta noche por delante amor... quien sabe.
Nada mejor que tu lengua abrigando mi garganta...
Quiso el destino que ya no hiciera frió y sin coches y sin ruidos sigo hablándote al oído
y el diablo que se contenta con que dudes un instante, vos y yo nuestras miserias y esta noche por delante amor..